jueves, 6 de septiembre de 2007
por Cienfuegos
En Firmat está la hamaca que se hamaca sola. La gente se sorprende. Llegan de todos lados para verla. Los medios la ponen en el tapete y la sociedad la cuestiona. Vienen científicos de todas partes para estudiarla.¿Espíritus? ¿Trampa? ¿Telequinesis? No lo sabemos...

En Rosario no tenemos una cosa así.

En Rosario, rodeada de basura fresca, clavada en tierra que hace las veces de arena y mirada por candidatos sonrientes estampados en carteles de viejas elecciones, está ella.

Nadie la mira. Nadie juega con ella. Porque ella es...la hamaca que no se hamaca.